TERAPIA DE VIDAS PASADAS (TVP)

También se la conoce como terapia regresiva. No obstante, la regresión y las vidas pasadas son sólo algunas de las herramientas de un proceso terapéutico complejo que abarca de forma holística la vida humana, desde el cuerpo físico hasta el alma multidimensional. Quizá el nombre qué más se acerca a lo que sucede en las sesiones es «Terapia del Alma».

Del punto de vista académico, la TVP es una técnica de la psicología transpersonal que utiliza la regresión de la memoria para explorar y resolver las causas inconscientes de las dificultades y dolencias humanas.

Este abordaje curativo trabaja con el estado expandido de la consciencia, lo que permite trascender la percepción del tiempo y del espacio que tenemos durante la consciencia habitual.

La persona puede experimentar la naturaleza multidimensional de su consciencia y, en ese nivel, realizar un trabajo vivencial a nivel biológico, emocional, mental y energético simultáneamente.

En este enfoque el terapeuta es un acompañante y un guía, permitiendo que el trabajo terapéutico lo realice el propio paciente. Esto empodera a este último, que luego de la sesión se hace más consciente de los recursos que posee para resolver por él mismo sus dificultades.

La experiencia terapéutica está asociada a liberar emociones y energías que no nos pertenecen y permitir recuperar e integrar la energía que hemos perdido.

No es necesario utilizar hipnosis, en la consciencia expandida se está más consciente que lo habitual, se puede percibir claramente lo que pasa en la consulta y, al mismo tiempo, sentir que se está experimentando un episodio de una vida pasada, de la infancia o quizá dentro del vientre materno.

Tampoco se requiere creer en la reencarnación, ni renunciar a creencia religiosa alguna. Lo único que la persona necesita para obtener resultados benéficos con la terapia regresiva es entregarse en el máximo de sus posibilidades a vivenciar completamente la experiencia.

La experiencia terapéutica está asociada a liberar emociones y energías que no nos pertenecen y permitir recuperar e integrar la energía que hemos perdido.

No es necesario utilizar hipnosis, en la consciencia expandida se está más consciente que lo habitual, se puede percibir claramente lo que pasa en la consulta y, al mismo tiempo, sentir que se está experimentando un episodio de una vida pasada, de la infancia o quizá dentro del vientre materno.

Tampoco se requiere creer en la reencarnación, ni renunciar a creencia religiosa alguna. Lo único que la persona necesita para obtener resultados benéficos con la terapia regresiva es entregarse en el máximo de sus posibilidades a vivenciar completamente la experiencia.

Los que trabajamos con esta técnica solemos decir que es la psicoterapia del futuro. Comparativamente es rápida en acceder a las causas profundas del problema, el principal beneficio es la restauración del equilibrio y la salud.

Las contraindicaciones son relativas. Casos sensibles como el estado de gravidez, afecciones cardiovasculares agudas o limitaciones cognitivas son evaluados con anterioridad a la sesión.

Como si todo lo mencionado fuera poco, la TVP permite acceder a aspectos de la personalidad y de nuestra esencia a un nivel profundo que no imaginábamos que poseíamos. Se avanza en el conocimiento y la sabiduría sobre quienes somos y la naturaleza de la realidad en la que vivimos.

En mi experiencia clínica, la TVP se revela como una técnica segura, rápida, profunda y efectiva para solucionar los problemas de la vida cotidiana. Por todo lo anterior, quizá la etiqueta más apropiada para esta técnica es la de Terapia del Alma o Terapia de la Consciencia.