Experiencias en TVP

Pesadillas.

 

Catalina es una adolescente que sufre de terrores nocturnos y lleva años teniendo sueños pesados; como es lógico el mal dormir le acarrea dificultades en sus horas de vigilia, tales como agitación y extrema sensibilidad – “hay que ser muy sutil con ella”- me dijo su madre. En la consulta la niña me dice – “vine para saber el significado de mis sueños, siempre ha soñado mucho desde chica”- vean como se desarrolla su trabajo.

 

Miedo de perder a mis hermanos.

Catalina

15 años

 

 Al entrar en la regresión Catalina me describe la escena en la que se encuentra.

Catalina: Se parece un lugar del norte, el cielo azul, la luna grande, mucho desierto y hay un pájaro. Hay una persona vestida de negro, es una viejita como de 100 años, es chascona, como que le falta parte del pelo, el pelo es gris, le faltan dientes, se ríe. Me da miedo, como que me va hacer algo; está sola, me está mirando.

Terapeuta: Avanza .

C: Hay más gente vestida de negro, son hartos se van acercando. Veo una casa, estoy afuera, la casa está al medio del valle. Me acerco, estoy en la entrada. Me da miedo.

T: Estoy a tu lado, te estoy protegiendo, continúa.

C: Entro a la casa, está sucia, con telarañas, está apagada, es antigua. Es como de campo, como pobre. Hay una mesa, un lavaplatos, un sillón y una mesa más chica. Todo es de madera. El sillón es café y está como roto. Aparece una escalera, la subo. Hay hartas puertas, es un espacio oscuro, hay una pura ampolleta, hay una puerta media abierta. Entro y adentro es todo verde: la muralla, el suelo, una cama. Hay una ventana. Hay una caja de cartón debajo de la cama. La saco y veo las cosas, hay una foto y cartas. Son fotos de gente abrazada.

T: ¿Quién está en las fotos?

C: Veo a mi madrina en las fotos, está con su hijo, con mi tío. Veo a mi papá en otra foto, se abrazan. Mi papá está feliz, al final está mi hermana. Está como enojada, porque ella también quiere estar abrazada.

T: Avanza.

C: Hay un cuaderno, lo tomo y se me caen las cartas que estaban adentro del cuaderno. Hay alguien dentro de la casa. Me da miedo.

T: Estoy al lado tuyo, continúa.

C: La gente está entrando a la casa, están subiendo a la escalera, me escondo debajo de la cama. Están entrando, están vestidos con túnica negra, tienen la piel gris. Se están riendo, quieren que les pase algo, no sé bien pero lo tengo yo.  Están enojados y son todos como la señora, algunos son hombres.

T: Sigue avanzando.

C: Quieren el cuaderno pero es mío. Que si no se los paso me va a pasar algo. Un pájaro rojo entra por la ventana, se van por el canto del pájaro. Tiene la pluma larga, bien roja como sangre, y la punta es dorada, está llorando. Es mi culpa, porque no hice algo. 

T: Vuelve a la escena donde entran los hombres ¿Qué quieren de ti?

C: El cuaderno… Tiene una oración, tiene dibujos. A ellos le sirve este cuaderno.

T: ¿Cómo son estos seres?

C: Su piel es gris, arrugada, con pliegues, como que le sobra piel. Los ojos son verde limón, grande, bien redondo, la nariz es larga hacia abajo, apenas tienen labios y a todos les faltan dientes. Las manos son con los dedos largos y con garras y los pies son gordos y grises. Me piden el cuaderno con la mente. Viene el pájaro otra vez, canta y ellos como que se asustan y yo salgo de la cama.  El pájaro es grande, como del tamaño de mi brazo, tiene el pico dorado, pequeño. Me dice algo. Me dice que me quiere, que me proteja.

T: ¿Cómo tienes que protegerte?

C: No sé.

T: Pregúntale.

C: Que tenga cuidado en quien confío, que me fije en la mirada, que yo voy a darme cuenta. El pájaro se está asustando. Hay bulla abajo, hay gritos.

T: Continúa.

C: Están quemando la casa. El pájaro me dice que salte pero es muy alto. La ventana se está haciendo muy chica. Me afirmo del pájaro y salto. Estoy en el suelo. La gente de negro está quemando la casa, se están quemando ellos mismos. ¡Explotan¡

T: Sigue.

C: Se está haciendo de noche. El pájaro sigue conmigo. Hay muchos árboles, entro en el bosque. Está mi mamá vestida de blanco, yo también estoy vestida de blanco, me da la mano y caminamos al centro del bosque. Hay más gente vestida de blanco, está toda mi familia, también hay gente que no conozco, todos vestidos de blanco en la posición del loto, en un círculo. Están tocando la tierra, como haciendo Reiki a la tierra. De pronto sale una luz rosada, están todos llorando. Me están llamando, hay gente en el bosque que me está llamando, no sé si quedarme ahí o irme con ellos. Me voy, estoy perdida en el bosque, estoy sola. El bosque está oscuro, veo siluetas negras, se forman detrás de los árboles, corren rápido. Y me toman la mano. No se quién es, está helado. Tiene la cara de mi papa. ¡Es mi papá!  Me lleva corriendo. Salimos del bosque. Hay una ciudad. Es todo con metal. No hay plantas, hay neblina. Ya no estoy con mi papá. Hay luz. Estoy llena de neblina, veo las luces pero no llego nunca. El suelo es como de metal. Hace frío. Hay algo cuadrado en el suelo.  Es un hoyo, esta todo blanco adentro. Necesito algo y tengo que echarlo ahí. ¡Necesito agua porque tengo que llenar el hoyo! Es un hoyo chico, pero como que hay un espacio grande dentro. ¡Hay un barco dentro del hoyo! Un barco de madera, tengo que andar en el barco. Tengo que buscar a mi hermano, porque está solo. Se está llenado de agua. Y a mi hermano le va a pasa algo, él está en una isla, dentro de una iglesia, está asustado. Esa gente de negro lo va a buscar. Me subo al barco, y veo la isla. En la isla hay un cerro, ahí está la iglesia. Hay una selva, me da miedo entrar. El pájaro está arriba de una palmera y vuela donde estoy yo y me lleva por un camino que lleva a la iglesia. Hay que tener cuidado porque hay cosas esperándome en el camino. Se va el pájaro. Hay animales en los árboles alrededor del camino, son raros, pero no me hacen nada. Son como monos, pero no son monos, no sé, no los había visto. Son de la familia de los monos pero son grandes como humanos. Son como la cara de un mono pero bien aplastada, la piel es lisa como de plástico celeste. Hay escorpiones como del tamaño de una lagartija. No me dejan pasar los escorpiones, me van a picar. Los monos me dan la mano y paso por arriba de los escorpiones, la iglesia está más cerca. Mi hermano está gritando. Estoy corriendo.

T: Avanza.

C: Entro en la iglesia, hay un cura, no me quiere pasar a mi hermano, es un cura gordo, con una túnica blanca. (Llorando asustada. La contengo y la calmo) No me quiere pasar a mi hermano. Está tomando vino, quiere que también tome, pero no quiero. Está la cruz, está Jesús, se ríe. Tengo que encontrar a mi hermano que está escondido. Mi hermano está en un baúl. No tengo las llaves. Hay una copa, tiene fuego. Ahí están las llaves, pero me voy a quemar… no me quemo, tomo las llaves. No encuentro el baúl ahora. Está debajo de la mesa, pero está el cura ahí. Está entrando la gente de negro, están rezando. De las túnicas le salen unas pelotas de pelos. Están como rodando a donde estoy yo. Tengo que sacar a mi hermano. Abrí el baúl . Mi hermano está enfermo. Está blanco con ojeras. Lo tomo en brazos. El cura me empieza a escupir. Salgo de la iglesia, mi hermano se puede morir. Está el mismo bosque. Está mi mamá, me reta porque no había llegado antes con mi hermano, y me lo quita, está enojada conmigo – “es que no podía llegar antes” - le digo. Le están haciendo Reiki, están todos enojados conmigo (siempre alterada, con pena), tengo frío. Tengo un collar, lo tengo puesto, es una cadena que tiene una piedra, cadena plateada y piedra celeste. Me la quiero sacar, me la saco y la hecho en la luz rosada. Se deshace. Mi mama está más enojada ahora, porque no le hago caso. –“Es que yo no quería la piedra”- le digo, tengo que hacer lo que ella dice.

T: Avanza en la escena.

C: Mi hermana está sola, mi hermano todavía lo están sanando. Voy a hablar con mi hermana, no me quiere hablar, dice que es mi culpa que mi hermano esté así.

T: Avanza.

C: Están esas sombras otra vez. Que me vaya con ellas. Esta vez me quedo ahí con mi hermano. Se van esas sombras. Hay un papel, hay una carta, es de la gente que me estaba llamando, dice que cuando quiera puedo ir para allá. No los conozco... mi hermano está peor. Están todos enojados conmigo porque no lo fui a buscar antes….  la gente de blanco quieren que vaya a buscar algo. No sé… pero es en un volcán… estoy en el volcán, pero me puedo caer a la lava. Allá abajo hay piedras celestes, cerca de la lava. Tengo que ir allá a sacar piedras. No quiero ir. Estoy bajando. Saque una piedra, es chica, es celeste. Saco más piedras. Me estoy escondiendo porque arriba hay gente, en el cráter. No me  tienen que ver, son gente vestidas de celeste. Ya me vieron. Quieren que valla donde están ellos. Trato de subir pero me tiran cosas, piedras que tienen punta. A cambio de las piedras celestes quieren algo, quieren el pájaro, - “es que no tengo el pájaro” - son blancos y tiene el pelo blanco y largo, los ojos celeste, tienen ropa celeste y la piel blanca… ellos son del cielo.

T: Sigue.

C: Los ojos son raros. Me tengo que escapar. Pero son muchos. Los ojos se le están agrandando, se les salen. Se le ponen redondo. Empiezan a sacar la lengua,  que es morada y larga, como de serpiente, me dejan pasar. Quieren que les dé pelo. Me tiran el pelo, pero no me duele. Le están echando al volcán mi pelo, se están riendo. Mi papá viene, me da la mano y me lleva donde está mi hermano, ya está bien. El cielo está celeste pero se está abriendo. Veo las estrellas. Estoy como en el espacio. Veo las cosas que hay ahí. Los planetas. Estoy flotando. Mi cuerpo es blanco. Es como que no lo puedo definir, los borde están esfumados. Soy como luz.

T: Retrocede para saber como te fuiste al espacio.

C: Acomodo unas piedras y hago unos dibujos con ellas, me paro sobre el dibujo y empiezo a flotar. Estoy en el bosque, se abre le cielo, lo celeste se abre como unas puertas y aparece el negro, unas estrellas, unos planetas y empiezo a flotar. Tengo una ropa blanca. Una camisa blanca y pantalones blanco. El traje es como que yo soy y como que ya no soy yo. No tengo forma. Puedo ir donde yo quiera. No sé adonde ir, tengo que elegir pero no sé. Estoy en una cueva. Es chica, no tengo mucho espacio pero hay muchos túneles. El fuego se está apagando, hay una antorcha. Hay un túnel que tiene luz. Me meto en el túnel, es largo, se esta empinando, cada vez es más chico, siento aire, hay una brisa; estoy llegando a una luz, es como la ladera de una montaña. Estoy viendo de arriba, hay muchos árboles, hay un lago. El lago tiene delfines rosados, hay muchas montañas, hay muchos pájaros de esos rojos. Me ayudan a salir de ahí, con las garras me toman las manos y me dejan en el lago. Hay una playa de piedras. En las piedras hay algo. Hay un lápiz. Tengo que escribir algo.

T: ¿Dónde es ese lago?

C: Es otro planeta. El agua no es agua, es otra cosa. No sé lo que es, pero puedo caminar encima, es como de vidrio. Estoy al medio del lago, y ahí me paro, hago un dibujo. Dibujo unos signos, son como espirales, son hartos. Dibuje en el vidrio, se está rompiendo. Y me caigo hacia adentro en el lago. Estoy en la ciudad otra vez. …

T: ¿Cómo llegas ahí?

C: El vidrio empieza a crujir y se quiebra y me caigo a la cuidad, abajo del agua no hay nada …me caigo a la cuidad .. hay mucha gente normal, vestida de trabajo, me empujan, todo es gris….. trato de pasar entremedio de la gente, no se han dado cuenta que estoy ahí… hay un niñito… me da la mano… hay un camino. Tomo el camino, hay gente, me saluda, no los conozco, la gente me sigue saludando, se despiden. Hay una personas de celeste que me están esperando. Me tengo que ir con ellos. Están los pájaros rojos, están llorando, dicen -“yo te dije”-, uno se para en el hombro del hombre de celeste y me sueltan … querían un pájaro, uno se dejo... no sé para qué lo quieren pero me dejaron. Está mi mama, está llorando. Me abraza. Y me pide disculpa. Todos me piden disculpa, que yo no tenía la culpa de mi hermano. Ahora estoy en mi casa.

T: De toda la experiencia que hemos tenido ahora, ¿cuál es el momento más difícil?

C: Ir a buscar a mi hermano a la iglesia.

T: En ese momento, ¿qué sensaciones físicas tienes?

C: Frío.

T: Cuando tienes frío ¿qué emociones sientes?

C: Miedo, rabia.

T: Y en ese momento, ¿qué piensas?

C: Quiero a mi hermano, tengo rabia contra el cura que me lo quitó.

T: Piensa en ese frío, en esa rabia ¿como se relaciona con tu vida actual? ¿qué relación hay con tu vida actual?

C: Miedo de perder a mis hermanos. A los dos, que algo les pase.

T: ¿Cómo te gustaría ser frente a esas sensaciones que sientes?

C: Poder controlarlas.

T: ¿Cómo se dice eso? … ¿Qué característica o cualidad?

C: Hay que ser valiente. No sentir rabia. Hay que perdonar.

T: Elije un color.

C: Celeste.

T: Entonces envuelves todo tu cuerpo en una energía celeste y te imaginas, de ahora en adelante, siendo valiente y con gran capacidad de perdón… y cuando lo desees, con mucha calma, recuperas tu conciencia habitual, con plena paz y muy descansada, en mucha armonía y muy saludable, hoy 2 de Febrero del 2011 en Santiago de Chile.

 

C: … No puedo mover los brazos 

T: Despacio, mueve algunos dedos de los pies, los brazos, poco a poco siente los músculos, lentamente mueves tus extremidades…. ¿como te sientes?

C: Bien.

T: ¿Habías tenido algún sueño similar?

C: No. Una vez un profesor me hizo una imagino terapia y lo del bosque y del Reiki a la tierra era parecido y los delfines rosados si los había visto en otros sueños.

T: ¿Cómo piensas que esta regresión se relaciona con tu vida?

C: A veces yo hago cosas y solo se fijan en lo malo que hice, ¡nadie se fija en lo bueno que hice!, ¡nadie me reconoce! Es que a veces yo tengo que cuidar a mi hermanos. Dejo todo en la casa ordenado, pero si falta algo se dan cuenta de lo malo. Lo bueno es: “ah que bueno” …. y lo malo están harto rato retándome, yo a veces les digo eso, pero igual lo vuelven a hacer.

T: ¿Qué se te ocurre que son esos seres negros?

C: Los miedos….

T: ¿Cómo interpretas esos pájaros, qué rol cumplían?

C: ¿Un maestro?

T: No lo sé, quizá… pero sin duda eran seres que te protegían y te ayudaban.

N: Me duele la cabecita.

T: Cierra los ojos. (Le hago Reiki unos diez minutos)

T: ¿Cómo te sientes?

N: Bien.

T: ¿Se te pasó el dolor de cabeza?

N: Si.

 

1 de Febrero de 2011

 

Dos años más tarde, la madre de Catalina me cuenta que después de este trabajo las pesadillas y los terrores nocturnos cesaron y no volvieron a aparecer, su extrema sensibilidad remitió. Por otra parte la niña pudo expresar con claridad a sus padres lo pesado que era para ella la responsabilidad de quedarse sola al cuidado de sus hermanos menores; cabe mencionar que expresar algo así parece muy sencillo desde la perspectiva adulta, pero para un adolescente, a veces, es un paso de extrema dificultad que puede traer complicaciones impensadas, como es en este caso. Es destacable como la adolescente asimila de forma natural la regresión y puede darle significado a la experiencia, también me llama la atención el fantástico mundo interior de Catalina, da mucho que pensar… eso lo dejo para el lector. 

 

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