Experiencias en TVP

Dolor Físico. 

 

La terapia de regresión a vidas pasadas, muchas veces, ayuda en la mitigación de dolores físicos. Este es el caso de María (esta es su segunda TVP, es la hermana de Tita, las mismas que son protagonistas de la Experiencia en TVP “Duelo que no termina”), ella me cuenta que desde muy pequeña padeció enfermedad en la zona pélvica, cuando muy chica sufría de dolores al orinar, desde la adolescencia sus períodos femeninos fueron dolorosos, muchas veces sus relaciones sexuales también lo eran, y los dolores se vieron incrementados fuertemente hace unos pocos años, a partir de la radioterapia que realizó para combatir un tumor maligno en el útero.

 

 

Dolores de parto.

María

46 años

 

Al comienzo del trabajo María relata lo siguiente:

María: Esta enfermedad que no me deja… un dolor en las caderas, un dolor pélvico que me impide caminar… te incapacita hasta para ir a buscar un simple vaso de agua… ¡pucha! es una cosa tan simple de dar unos pasos e ir a buscar un vaso de agua… y no poder, y tener que quedarme en cama… algunas veces después de haber hecho muchas cosas, de pronto me viene el dolor ahí… es como que tuviera una herida abierta… y ya no puedo hacer nada, tengo que acostarme y descansar… quedarme sin hacer nada… y pueden pasar dos o tres horas y cuando pasa el dolor vuelvo a funcionar… Me siento deprimida y me preocupa la situación porque está pasando más seguido el dolor, antes podían pasar dos o tres semanas ahora no, así cada tres días… A veces voy en la calle y tengo miedo de caerme, es tanto el dolor que me puedo desmayar, siento que no voy a alcanzar de llegar a la esquina. Un dolor horrible, parece que se abriera abajo así. Se parece cuando uno va a tener una guagua, ¡dolores de parto! (aunque María no lo tiene conciente aún, con esta frase final evidencia que ya está en regresión y a través de estas analogías su alma ya le está hablando sobre el origen del problema)

 

Luego María continúa trabajando varios recuerdos de esta vida hasta llegar a su primera infancia, donde con tan solo cuatro años y en una instancia muy difícil -el funeral de su hermana mayor- experimenta un momento de abandono por parte de sus padres, recordando ese momento de indefensión comienza a revivir la vida pasada que le va a llevar al origen del problema.

 

T: Y de toda esta escena, ¿cuál es le momento más difícil?

M: De no perderme… que no me vaya a perder de la gente.

T: ¿Cuando piensas que no te vayas a perder cuáles son tus reacciones físicas?

M: Salir rápido caminando a buscar a mi mami.

T: Y cuando quieres caminar rápido, ¿cuáles son tus reacciones emocionales?

M: Que a ella no le importa que nosotros estemos solos, no le importan que nos perdamos.

T: ¿Qué sientes cuando te das cuenta que no le importa que te pierdas?

M: Me da rabia.

T: ¿Dónde sientes esa rabia?

M: Le pegaría un puñete, quiero pegarle porque ella no piensa que los vamos a perder. Pero no le puedo pegar a ella. Porque soy chica. (recuerden que está hablando una niña de cuatro años)

T: ¿Qué está sintiendo?

M: Tengo rabia porque ella tiene que ser mi mamá.

T: ¿En qué parte de tu cuerpo se siente esa rabia mas fuerte?

M: Me duele abajo, la espalda.

T: ¿Cuáles son tus reacciones mentales?

M: De que no nos quiere.

T: Eso es, siente esa rabia, ¿en qué parte del cuerpo se siente más fuerte esa rabia porque no las quiere?

M: Atrás en la espalda.

T: Siéntela un poco más, ¿como si fuera qué cosa esa rabia que estás sintiendo atrás?

M: Como si se me fueran a cortar atrás la espalda o me pegarán.

T: ¿Dónde está tu cuerpo cuando te pegan en la espalda?

M: Siento que estoy doblada… y que alguien me hace… me pegara así.

T: ¿En qué lugar físico está tu cuerpo cuando te están pegando?

M: Como que yo miro mi cuerpo.

T: ¿Dónde está tu cuerpo cuando lo miras?

M: Está en el medio del patio.

T: Sigue.

M: Yo lo observo de arriba.

T: Eso es. ¿Cómo está tu cuerpo cuando lo estás observando?

M: Estoy doblada.

T: ¿Dónde estás doblada?

M: En el patio así doblada, que fuera un columpio el cuerpo… ¡uy!

T: ¿Qué está pasando?

M: Que me están castigando.

T: ¿Quién te está castigando?

M: Parece… ¡pero como va a ser tanto!

T: No importa, lo primero que te venga.

M: Parece que es mi mami, porque hay mucha rabia.

T: ¿Qué está haciendo ella?

M: Me golpea fuerte con rabia.

T: ¿Con qué te está golpeando ella?

M: Con una correa.

T: ¿Qué te está diciendo cuando te golpea con una correa?

M: ¡Uy que tiene rabia!

T: Eso es, ¿qué te está diciendo?

M: Suena así.

T: ¿Y qué dice cuando suena así?

M: Porqué no hago caso, que tengo que hacer caso.

T: Voy a contar a tres y me vas a decir las palabras tal como salen de la boca de tu mami 1..2..3 ¿qué está diciendo?

M: ¡Mierda hace caso! ¡Mierda hace caso! - con fuerza.

T: ¿Y qué pasa cuando tu mami te dice mierda hace caso?

M: El cuerpo se dobla. Siento que no me duele lo que ella me hace. Digo que siga golpeando porque no me duele… ¿por qué me pega?

T: No importa sigue, ya lo vas a saber.

M: Hace vuelo con la correa.

T: ¿Qué más está diciendo cuando hace vuelo con la correa?

M: ¡Obedece! ¡Obedece! ¡Obedece!

T: Sigue.

M: ¡Uy!, yo no le hago caso.

T: ¿Entonces qué pasa cuando ella te está pegando y te dice obedece?

M: Me deja ahí, me empuja.

T: ¿Y qué pasa con tu cuerpo?

M: Queda ahí doblado, en el suelo. Me hago así, me enrosco como un feto.

T: Eso es, siente que te enroscas como un feto. ¿Y entonces qué pasa?

M: Digo que se me va a pasar el dolor, que no me dolió.

T: Sigue.

M: Y no la quiero yo.

T: Muy bien sigue.

M: No importa que me pegue pero no la quiero… tonta ella.

T: ¿Cómo es la mirada de esa mujer?

M: Como odio así.

T: ¿Dónde antes has visto esa mirada?

M: Ella tiene esa mirada.

T: ¿Quien?

M: Mi mami de ahora, si.

T: Sigue.

M: Me hace así.

T: ¿Qué está diciendo cuando te hace así?

M: Parece que te matara, me dice.

T: ¿Y qué pasa cuando tu cuerpo queda como feto en el patio?

M: Ella se devuelve y me dice así.

T: ¿Qué te dice?

M: Que parece que te matara…¿por qué me hace eso?

T: No importa sigue.

M: Me tira la ropa y yo le digo que igual yo la quiero… soy tonta porque no la tengo que querer.

T: ¿Qué pasa entonces?

M: Se va.

T: ¿Y tú que haces?

M: Yo me quedo ahí… me pongo la ropa… me visto y le digo que no me dolió, no me dolió.

T: ¿Qué le pasó al cuerpo cuando ella le pegó con la correa?

M: Tiene sangre ahí en la espalda, si me voy a lavar.

T: Sigue.

M: Pero no me duele. Ya no tengo pena. Me quedo ahí.

T: ¿Y qué haces cuando te quedas ahí?

M: Me quedo sentada.

T: ¿Dónde te quedas sentada?

M: En el suelo.

T: Avanza.

M: Ella se va. Vivimos en los cerros.

T: Sigue.

M: Dice que no me quiere ver. Me hecha.

 

Luego María recuerda varios episodios de esa vida pasada desempeñándose como empleada en un par de lugares, en uno de ellos trabaja mucho terminando adolorida de la parte baja de su cuerpo -al igual que en su vida actual- , en esa vida ella lo atribuye a los golpes que recibió de su mami. Luego vivencia la siguiente escena.

 

T: ¿Qué estás sintiendo?

M: Estoy acurrucadita.

T: ¿Dónde estás acurrucadita?

M: En un corredor… es un hombre.

T: ¿Dónde está el hombre?

M: Esta al lado mío.

T: ¿Qué está pasando cuando ese hombre esta al lado tuyo?

M: Me esta abrazando. Estamos tranquilos, estamos abrazados. Nos quedamos ahí. Dice que otro día nos vamos a ver.

T: ¿Cómo es la mirada de ese hombre?

M: Sus ojos le brillan.

T: Observa esa mirada.

M: Tiene mucha pena.

T: Y si supieras, ¿a qué se debe que ese hombre tenga tanta pena?

M: Porque se tiene que ir.

T: ¿Dónde antes has visto esa mirada?

M: Tiene unos ojos muy café.

T: ¿Te es familiar esa energía de ojos café?

M: Si, lo he visto alguna ves.

T: ¿Dónde lo has visto antes?

M: Como ternura de la buena.

T: ¿Y qué pasa entonces?

M: Se va.

T: ¿Que edad tienes tú cuando ese hombre se va?

M: Como 14 puede ser. Estamos viéndonos escondidos, que tenga paciencia, que otro día va a volver de la montaña.

T: ¿Es el mismo cuerpo de la mujer a la que le pegaba la mamá?

M: Si, el mismo cuerpo, uso vestidos largos.

T: Toma una respiración profunda y a la cuenta de tres vas a ir al siguiente momento en esa vida que tu alma debe revisar, 1… 2… 3… ¿qué está pasando?

M: ¡Uy! ¡Voy a tener una guagua! 

T: ¿Dónde estás?

M: Estoy en el suelo.

T: ¿Que está pasando cuando estás en el suelo?

M: ¡Ay! Me viene un dolor.   (aquí nos estamos acercando al origen del dolor)

T: ¿Dónde te viene el dolor?

M: Abajo, en la vagina.

T: ¿Quién más está ahí cuando te viene ese dolor en la vagina?

M: Una tía.

T: ¿Qué está diciendo la tía?

M: Afírmate de aquí.

T:  ¿Y qué está pasando?

M: ¡Uy!  Entra mi mami gritando.

T: ¿Qué grita la mami?

M: Me reta.

T: ¿Cómo te reta la mami?

M: Perra, me dice.

T: ¿Qué más  te dice la mami?

M: Que soy una perra… vai a parir un huacho, me dice.

T: Sigue.

M: Que lo va a matar.

T: ¿Qué más?

M: Está muy enojada. Que no quiere que lo tenga, que no puede ser eso.

T: ¿Cuáles son las palabras que dice la mami?

M: ¡Por qué, por qué hiciste eso!… que me la va a quitar.

T: Sigue.

M: ¡Nunca más vas a ver a esta guagua! - me grita y yo tengo mucho dolor y la tengo que escuchar. Está enojada… dice que va a dar la guagua… ¡no!, ¡no!, va a dar la guagua, es mi hijo… está furiosa.

T: ¿Qué estás sintiendo cuando ella está furiosa y está gritando que nunca más vas a ver a esta guagua?

M: Me duele más, me duele el dolor de la guagua y me duele lo que ella dice. (noten como hay dolor mental, emocional y físico.)

T:  ¿Qué más dice la mami?

M: La voy a regalar, dice… está enojada… y yo le digo que no, que tiene su papá.

T: ¿Cuantos años tienes aproximadamente?

M: Soy una niña… unos 15 o 16.

T: ¿Qué está pasando con la guagua?

M: Va a nacer la guagua. Está naciendo, va a salir la guagua.

T: ¿Qué estás sintiendo cuando la guagua va saliendo?

M: Ella grita y grita y grita.

T: ¿Qué está gritando cuando la guagua va saliendo?

M: Que es un guacho.

T: ¿Y qué sientes tú cuando ella dice que es un guacho?

M: Me da pena que diga eso… yo quiero tenerlo conmigo.

T: Muy bien ¿y entonces qué pasa?

M: Un niño nació… no lo conozco.

T: ¿Y a qué se debe que no lo conozcas?

M: Lo sacó, lo llevó lejos. Estoy como desmayada… ella se lo llevó.

T: Sigue.

M: Se llevo a la guagua… me trato muy mal… dice que es un hijo de un hombre casado… que no puede ser… que es vergüenza para ella… no está ya.

T: Sigue.

M: Hay gente que me lava… no está la guagua… no está la guagua, se la llevó.

T: ¿Y entonces qué pasa?

M: No está la guagua, yo quiero ir a buscarla… no puedo… me siento mal…  me duele abajo… tengo mucha sangre en las piernas.

T: Sigue.

M: No me puedo parar… se fue, no va a volver.

T: ¿Y qué pasa entonces?

M: Dice mi tía que estoy castigá… que nunca más voy a salir de la casa.

T: ¿Y entonces qué pasa?

M: Estoy encerrada en una pieza… y tengo mucha pena... no sé de mi guagua… estoy ahí… no quiero nada… no, estoy doblada, estoy triste.

T: Avanza un poco más ¿Qué pasa entonces?

M: No puedo salir.

T: ¿Y qué pasa cuando no puedes salir?

M: Tengo mucha rabia porque quiero ser grande, ser grande para irme sola, porque ese hombre me tiene que estar esperando… no quiere que salga… quiero salir.

T: Continúa.

M: Estoy mal.

T: ¿Dónde estás?

M: Acostada… ¡No, la guagua no está!

T: Sigue.

M: Tengo mucha sangre, no tengo fuerza, tengo pena por la guagua.

T: Sigue.

M: No está la guagua, se la llevaron, no veo, me voy a morir… tengo miedo… él tiene su padre.

T: Sigue.

M: La sangre no para.

T: ¿Por dónde sale la sangre?

M: Por acá, me voy a morir porque nadie para la sangre.

T: ¿Hay alguien contigo?

M: Si una señora.

T: ¿Qué está diciendo esa señora?

M: Dice que estoy grave, que no puede salvarme.

T: ¿Cuál es el último pensamiento que alcanzas a tener antes de morirte en ese cuerpo?

M: ¿Qué cuiden a mi guagua?

T: ¿Y entonces qué pasa?

M: Me muero.

T: ¿Donde estás ahora?

M: …(Después de un largo silencio) Estoy en el aire.

T: ¿Dónde está tu cuerpo?

M: Ahí, en el suelo…  estoy mirándome de arriba.

T: ¿Y qué haces?

M: Observo mi cuerpo, corre sangre.

T: ¿Por dónde corre sangre?

M: Por entremedio de las piernas.

T: Muy bien sigue.

M: Hay una persona que llora mucho… una señora.

T: ¿Quién es esa señora? ¿Qué relación tiene contigo en esa vida?

M: Parece que es tía…llega mi mami.

T: ¿Qué pasa cuando llega la mami?

M: Golpea rabiosa… no llora.

T: Sigue.

M: Que es la vergüenza de haber tenido un hijo de un hombre casado… Aun ella así no se acerca a mi… parece que está feliz que me muera.

T: ¿Y tú qué estás sintiendo cuando pasa eso?

M: Estoy tranquila.

T: ¿Y qué haces tú entonces?

M: Me voy, así como que voy a volar… voy hacia el techo… y ellos están abajo, y yo estoy abajo, el cuerpo.

T: Sigue.

M: Me sacan de ahí.

T: ¿Quién te saca de ahí?

M: Dos señoras… y aún sale sangre.

T: ¿Y tú que haces?

M: Yo observo, observo que me limpian… y mi mami mira no más, ni siquiera llora.

T: Sigue.

M: No veo la guagua.

T: ¿Y qué pasa entonces?

M: Me visten, me están vistiendo.

T: Avanza.

M: No sé, quiero buscar a la guagua.

T: ¿Que haces tú cuando quieres buscar a la guagua?

M: No puedo salir de ahí.

T: ¿De dónde no puedes salir?

M: De la pieza.

T: ¿Cuál es la razón de que no puedes salir de la pieza.?

M: Está mi cuerpo… porque ella quería que me castigaran y que no vaya a salir nunca más.

T: Entonces hay que equilibrar las cosas, y vas a empezar por recuperar la energía que tienes atrapada en ese cuerpo y en esa situación. Y lo primero que tienes que hacer es recuperar la energía que te ha quitado tu mami en esa vida. A la cuenta de tres, vas a hablarle al alma de tu mami, la vas a mirar a los ojos y le vas a hablar directamente. 1..2..3, vamos, dile lo que necesites decirle.

M: Me está aplastando.

T: ¿Qué te dice cuando te aplasta?

M: Que no vaya a salir, no que no salga.

T: ¿Y tú que vas a hacer?

M: Voy a salir igual.

T: Muy bien.

M: Por mala.

T: Eso es, sal de aquí.

M: Señora, señora, salga.

T: Porque es mi derecho.

M: Es mi derecho salga.

T: Sácatela de encima.

M: Salga no la quiero aquí encima.

T: Muy bien, sácatela de encima, con decisión.

M: Si no, la voy a empujar .

T: Empújala con fuerza.

M: Salga de mi vida.

T: Eso es.

M: Déjeme tranquila.

T: ¿Qué te está diciendo ella?

M: Dice que soy una suelta.

T: ¿Qué vas a hacer tú entonces?

M: Voy a salir igual.

T: Muy bien.

M: Voy a salir igual, me voy a arrancar.

T: No tienes que arrancarte, no tienes que ir a ninguna parte, tienes que sacártela y ponerla en su lugar, eso es todo lo que tienes que hacer, recuperar tu energía.

M: Va a salir.

T: Vamos sácatela. ¿Qué te está diciendo la mamá?

M: Que no dice, que ella es mi mamá, que no sea atrevida… ¡usted es atrevida, déjeme tranquila, salga, salga, salga!

T: Ella no va a salir, tú tienes que sacarla tu con tu fuerza.

M: ¡Salga, salga, salga!... ella me gana porque estoy débil.

T: Muy bien, entonces vas a recuperar tu energía. Repite conmigo: Necesito que me devuelva la energía de madre que no me dio cuando era niña.

M: Necesito que me devuelva la energía de madre que no me dio cuando era niña.

T: La energía que me quitó cuando me pegaba.

M: La energía que me quitó cuando me pegaba.

T: La energía que me quitó cuando me robó a mi hijo.

M: La energía que me quitó cuando me robó a mi hijo.

T: Necesito que me devuelva la energía que es legítimamente mía.

M: Necesito que me devuelva la energía que es legítimamente mía.

T: Quiero mi energía ahora.

M: Quiero mi energía ahora.

T: Con fuerza tienes que exigírsela.

M: Quiero mi energía ahora.

T: Más fuerte.

M: ¡Quiero mi energía ahora!

T: Con decisión.

M: ¡Ahora la quiero! ¡Ahora! ¡Ahora! ¡Ahora!

T: Vamos, estiras tus brazos y recibe lo que es legítimamente tuyo, y me dices cuando tengas la energía contigo.

M: Ya… se está parando.

T: ¿Si?

M: Pero me mira con unos ojos.

T: No importa, tú vas a recuperar tu energía que te pertenece por derecho propio.

M: No le tengo miedo, no le tengo miedo.

T: Muy bien, recibe la energía que es tuya, y me avisas cuando la  hayas recuperado.

M: Ya la tengo. Ya no está encima mío.

T: Eso es. ¿Quieres decirle algo a ella?

M: Que igual la quiero, aunque ha sido muy mala conmigo.

T: Si claro, no estuvo bien que hiciera eso en esa vida contigo.

M: Si mucho odio, quería que fuera la hija perfecta.

T: ¿Quieres decirla algo al hijo que ella te arrebató?

M: ¡Uy! (se larga a llorar)… no… no… no.

T: ¿Qué está pasando?

M: ¡Es el Tomás! (Su hijo en esta vida)

T: ¿Quieres hablarle algo al alma de Tomás?

M: El Tomi.

T: ¿Qué le dirías?

M: Que estoy con él. Que yo siempre lo he amado.

T: Y te voy a dar la energía de madre que no te pude dar en esa vida.

M: Te voy a dar la energía de madre que no te pude dar en esa vida

T: Entonces toma esa energía de madre que no pudiste darle y se la entregas al Tomi, para equilibrar las cosas… y me avisas cuando lo hayas hecho.

M: (Después de un momento, ella respira profundo y se calma). ¡Oh que fuerte!

T: ¿Ya?

M: Si.

T: Muy bien, ahora mira al cuerpo de esa niña que murió desangrada después del parto y te vas a acercar y vas a retirar la energía de tu alma que aún queda en ese cuerpo. Y luego te comienzas a alejar, tomado conciencia que ese cuerpo ya se murió, que esa experiencia terminó, y que ninguna de esas sensaciones y emociones te pertenecen, y te comienzas a alejar llevando esas energías a la Luz y me avisa cuando estés en la Luz.

M: Estoy girando hacia la ventana.

T: Eso, hace tu trabajo y me avisas cuando llegues a la Luz.

M: Ya estoy al otro lado de la ventana. Voy así, veo que atrás queda todo, voy en el aire. Desde arriba miro el campo, los cerros, avanzo y miro hacia atrás. Estoy en un jardín lleno de flores… atrás al fondo es como que está el sol grande así.

T: ¿Hay alguien contigo?

M: No.

T: Si supieras ¿qué lugar es ese?

M: Puede ser el paraíso, hay flores. Es una Luz así, es como un arco de pura Luz.

T: Quiero que le preguntes a la Luz ¿qué es lo que está tratando tu alma de aprender con esta experiencia?

M: ¿Qué es lo que está tratando de aprender mi alma con esta experiencia?

T: ¿Que te dice la Luz?

M: Yo me tengo que encontrar con ese niño, ahí está, ese es tu hijo.

T: ¿Y qué es lo que tienes que hacer cuando te encuentras con ese niño nuevamente?

M: Amarlo mucho, quererlo… Gracias.

T: Pregunta otra cosa , pregunta a la Luz como se relaciona toda esta historia de esta mujer , que le regalan su guagua, que está con esa madre que la trata tan mal, cómo se relaciona con tu dolor ahí abajo. ¿Cuál es la relación?

M: La relación es la perdida de tu hijo, ya no ves daño emocional pero físico si. (se confirma el origen del dolor)

T: Pregunta qué tienes que hacer para sanarte entonces, pregunta qué es lo que debes de hacer para sanarte de ese daño físico.

M: Encontrarme bien con mi hijo, encontrarme totalmente con mi hijo. (y se da la medicina)

T: Muy bien, toma conciencia de eso. ¿Hay algo más que quieras preguntar?

M: No.

 

12 de Marzo de 2013

 

Nueve meses después María  me relata lo siguiente.

“El dolor se fue, sólo si agarro una bolsa muy pesada o estoy todo el día de pie siento un poquito, pero no ese dolor que me daba antes, descanso un poco y se pasa, antes no, me amanecía con el dolor y me hinchaba. También cambió la relación con mi mamá, antes cuando me pedía un favor se lo hacía porque era mi mamá porque era un deber ayudarla, con un sentimiento de la quiero pero a la vez tenía rabia con ella, quería puro cachetearla. Después de la regresión no me pasa eso, ahora podría decir que me creo la mamá de ella, la miro con más compasión.”

 

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